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Crítica al profesor

El profesor Isado es una persona muy preparada y con un gran conocimiento sobre la arquitectura y su historia. Además, en sus clases integra temas de filosofía, ingeniería, artes, cine y otros campos, lo que hace que el contenido sea más interesante. La clase está bien organizada en cuanto a trabajos, presentaciones y temas discutidos. Sin embargo, me habría gustado realizar algún trabajo diferente y más creativo, además de los ensayos, ya que se presentaron muchos temas variados y para varios estudiantes era la primera vez que escuchaban sobre ellos. Aun así, los videos y documentales que el profesor compartió fueron adecuados y ayudaron a comprender mejor los temas discutidos en cada clase. Considero que el profesor tiene un amplio dominio de la arquitectura y sus distintos enfoques, pero podría explorar otras maneras de enseñar los temas, más allá de las charlas y la redacción de ensayos, para hacer la experiencia aún más dinámica.

Reflexion de la Clase

La clase de Introducción a la Arquitectura en primer año fue un reto importante que me ayudó a cambiar la forma en que veo mi aprendizaje como estudiante. Escribir un ensayo en casi cada clase me obligó a relacionar la teoría con la práctica, lo que mejoró mi manera de analizar los espacios y las formas arquitectónicas. El hábito de escribir ensayos cada semana fortaleció mi capacidad de observar elementos básicos de la arquitectura, como la proporción y la escala. Poco a poco aprendí a usar conceptos teóricos en mis diagramas y bocetos, dejando atrás descripciones simples para desarrollar ideas más claras sobre el diseño. Esta rutina también me ayudó a ser más constante y responsable, lo que se reflejó en buenos resultados en los trabajos en grupo. Al principio tuve dificultades para organizar ideas en ensayos largos, ya que cambiaba de tema sin una conexión clara. También me costó integrar referencias históricas sin repetir información, lo que me llevó a investigar más. Para futuras ...

El Guggenheim de Bilbao

De acuerdo con Fernández-Galiano, el Museo Guggenheim de Bilbao constituye un ejemplo claro de cómo la arquitectura contemporánea ha dejado de limitarse a la función constructiva para convertirse en un acontecimiento cultural y un motor de transformación urbana. Su imagen escultórica alteró de manera decisiva la relación entre el edificio y la ciudad, mientras que su impacto social y mediático posicionó a Bilbao en el escenario internacional como un referente arquitectónico y cultural. Tanto la fuerza expresiva de su forma como el cambio en la percepción colectiva confirman al Guggenheim como un modelo paradigmático de arquitectura entendida como evento. La primera idea sostiene que la compleja volumetría del museo redefine su interacción con el entorno urbano. Frank Gehry concibió el edificio como un conjunto de formas orgánicas que dialogan con la ría, integrando arquitectura y paisaje en un solo gesto. El uso del titanio ondulado, con su apariencia cambiante y dinámica, otorga al ed...

Elogio de la Luz

En el episodio Elogio de la Luz se analiza cómo el arquitecto logra articular pasado, entorno y contemporaneidad a través de dos proyectos emblemáticos: el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida y el Kursaal de San Sebastián. El museo de Mérida pone de manifiesto la manera en que Rafael Moneo establece un diálogo profundo con la historia, proponiendo una arquitectura que no replica el pasado, sino que lo interpreta con respeto y claridad. En contraste, el Kursaal expresa una postura decididamente moderna, estrechamente ligada al paisaje costero y a la luz del mar mediante volúmenes abstractos y transparentes. A pesar de responder a realidades muy distintas, ambas obras evidencian una sensibilidad común: una arquitectura que entiende el lugar y lo revela a través de una inteligencia espacial coherente y luminosa. La primera idea se hace evidente en la forma en que el Museo de Mérida reinterpreta el legado romano sin recurrir a la copia literal. El uso del ladrillo, la repetición rítmi...

Gaudi y Mies

En la historia de la arquitectura moderna y contemporánea, Antoni Gaudí y Ludwig Mies van der Rohe representan dos enfoques profundamente distintos pero igualmente influyentes sobre la relación entre material, forma y espacio. Mientras Gaudí concibe la arquitectura como una materia viva en constante transformación, Mies propone una depuración extrema donde la claridad estructural y la precisión material definen el espacio. A pesar de sus diferencias formales, ambos arquitectos utilizan el material como principio unificador de su obra, convirtiéndolo en el eje central de su pensamiento arquitectónico. En el caso de Gaudí, la fluidez material es el rasgo dominante. Sus diseños, tanto en el mobiliario como en la arquitectura, se caracterizan por formas orgánicas, curvas continuas y una adaptación casi natural al cuerpo humano y al entorno. Elementos como los muebles de la Casa Batlló o el armario del Palacio Güell evidencian una búsqueda ergonómica y escultórica, donde la madera se moldea...

Gaudi y Lahuerta

En el contexto del evento analizado, Juan José Lahuerta resalta la manera en que Antoni Gaudí trabajaba los materiales, llevándolos hacia formas cada vez más orgánicas y continuas. El mobiliario diseñado por Gaudí sirve como una clara evidencia de esta investigación formal, la cual no se limita a los objetos decorativos, sino que se proyecta de manera consistente en su producción arquitectónica. Ambas líneas de análisis confirman que la fluidez de los materiales constituye un principio unificador en la obra de Gaudí. En primer término, el mobiliario estudiado por Lahuerta pone de manifiesto el carácter experimental del proceso creativo del arquitecto. Las piezas diseñadas para la Casa Batlló y el vestidor del Palacio Güell reflejan una atención especial a la ergonomía y a la continuidad de las superficies de apoyo. Gaudí modeló la madera con un enfoque casi escultórico, otorgándole libertad formal y adaptándola al cuerpo humano. Estas creaciones respaldan claramente la primera proposic...

A traves del tiempo

A comienzos del siglo XX, Le Corbusier revolucionó el pensamiento arquitectónico al introducir una nueva manera de entender y organizar el espacio. La idea central sostiene que sus Cinco Puntos de la Arquitectura constituyen no solo una transformación técnica, sino también un cambio conceptual profundo, en el que la experiencia espacial adquiere mayor relevancia que la apariencia estilística. Estos principios plantearon una arquitectura funcional basada en criterios racionales, apoyada en elementos esenciales como las cubiertas planas, concebidas como superficies libres de ornamentos y cargas formales, que reflejan una visión moderna orientada a la claridad y la eficiencia. Para alcanzar una verdadera estética contemporánea, Le Corbusier propuso abandonar las fórmulas tradicionales y adoptar una comprensión más auténtica del espacio arquitectónico. Ambos enfoques refuerzan la noción de que la obra de Le Corbusier va más allá de simples soluciones constructivas, al redefinir la arquitec...